La cantidad de incendios forestales en la Amazonía brasileña subió el mes pasado un 28% respecto a julio de 2019, alimentando los temores de que la selva tropical más grande del mundo vuelva a ser devastada por incendios este año. RFI habló con el portavoz de Greenpeace en Brasil, Rómulo Batista.ANUNCIOS
La voz de alarma se vuelve a manifestar a través de las llamas que siguen devastando el pulmón del mundo. Los incendios en la Amazonía brasileña aumentaron el mes pasado un 28% respecto a julio de 2019. Un incremento alarmante que puede ser devastador y que se debe a la pobre actuación del Gobierno para combatir la rápida deforestación durante los últimos años.
“Lo que está pasando en la Amazonía con las quemadas es el resultado de la deforestación, que ha aumentado muchísimo en los últimos años por causa de la incapacidad del gobierno de hacer un plan de combate”, estima Rómulo Batista, portavoz de Greenpeace en Brasil.
Y los problemas empeoran este año con la pandemia de Covid-19: “Con las quemadas hay humo, son varios problemas que afectan la misma región, los mismos sistemas respiratorios. El año pasado, hubo un aumento del 100% en la atención de niños con problemas respiratorios durante las quemadas”, señala Batista.
Según dice, el gobierno de Jair Bolsonaro “no tiene un plan de prevención de desforestación, de quemadas. En la Amazonía el fuego no es natural, es fruto del uso humano: lo usan para hacer una renovación en el pasto para la ganadería”.